"I don't want to just be theoretically gay. I want to do something about it".
Tenemos que buscar la manera de que películas, joyas, como Beginners no se tarden casi dos años en llegar a nuestras salas de cine, a nuestros televisores, a nuestras vidas. Los Avengers y Misiones Imposibles del mundo no pueden ganar.
Christopher Plummer, el siempre recordado Capitán Von Trapp de La Novicia Rebelde, está espectacular en este papel del viudo que a sus 75 años decide salir del closet y disfrutar la vida con una alegría inusitada en él hasta ese momento. Ewan McGregor, a quien le perdono hasta Angels & Demons, como el triste producto de una pareja que no debió casarse y hoy reconoce su inhabilidad para retener sus relaciones.
Un detalle que tal vez el director pudo explorar un poco más y es la actitud taciturna de Oliver ante la vida y las relaciones personales es supuestamente debida a esa dinámica distante que tenían sus padres y "a la forma particular de ver la vida" de su madre, pero este último factor no fue lo suficientemente explícito en la película. Al menos yo, por las dos o tres frases que el personaje de Georgia expresa, no pude entender esto.
Como siempre la actuación de Mary Page Keller es impecable, ya sea un papel de una hora o de 15 minutos. Pero la estrella de la historia es esa relación de comunicación "telepática" entre Oliver y Arthur, el perrito. Esos diálogos ficticios son de lo mejor.
Amé cada minuto de esta película: su puesta en escena tan intimista con esos planos cortos, el desaliñado aspecto de Oliver, las locaciones (especialmente me gusta cuando las películas estadounidenses son rodadas en casas y calles reales, no en esos vecindarios de casas idénticas), el diseño de interiores, la forma cómo gravitan en la historia los pocos personajes secundarios. Sé que la veré de nuevo.
Tenemos que buscar la manera de que películas, joyas, como Beginners no se tarden casi dos años en llegar a nuestras salas de cine, a nuestros televisores, a nuestras vidas. Los Avengers y Misiones Imposibles del mundo no pueden ganar.
Christopher Plummer, el siempre recordado Capitán Von Trapp de La Novicia Rebelde, está espectacular en este papel del viudo que a sus 75 años decide salir del closet y disfrutar la vida con una alegría inusitada en él hasta ese momento. Ewan McGregor, a quien le perdono hasta Angels & Demons, como el triste producto de una pareja que no debió casarse y hoy reconoce su inhabilidad para retener sus relaciones.
Un detalle que tal vez el director pudo explorar un poco más y es la actitud taciturna de Oliver ante la vida y las relaciones personales es supuestamente debida a esa dinámica distante que tenían sus padres y "a la forma particular de ver la vida" de su madre, pero este último factor no fue lo suficientemente explícito en la película. Al menos yo, por las dos o tres frases que el personaje de Georgia expresa, no pude entender esto.
Como siempre la actuación de Mary Page Keller es impecable, ya sea un papel de una hora o de 15 minutos. Pero la estrella de la historia es esa relación de comunicación "telepática" entre Oliver y Arthur, el perrito. Esos diálogos ficticios son de lo mejor.
Amé cada minuto de esta película: su puesta en escena tan intimista con esos planos cortos, el desaliñado aspecto de Oliver, las locaciones (especialmente me gusta cuando las películas estadounidenses son rodadas en casas y calles reales, no en esos vecindarios de casas idénticas), el diseño de interiores, la forma cómo gravitan en la historia los pocos personajes secundarios. Sé que la veré de nuevo.
1 comentario:
Es una excelente película y nunca hasta tu análisis había pensando que Oliver era tan triste, por esas relación tan triste de sus padres...
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