martes, mayo 21, 2013

Y sí, fui a la Feria del Libro y quedé viva.

Pues era de esperar que quedara viva; si seguí mis propias recomendaciones que compartí con ustedes en la entrada anterior. He de reconocer que fue una 1era vez con todas las condiciones en contra: con poco tiempo, con dos niñas impacientes y una madre que no puede caminar mucho. ¡Qué valiente!

Primero lo primero: nos fuimos en metro, claro está. Nos parqueamos en Agora Mall y cruzamos a la estación Pedro Mir. Un paseo bastante divertido pues estábamos muy despistadas y casi que nos sentimos en NY tratando de adivinar las paradas (ja! campesinas embulladas). Muy cómodo, limpio, debidamente señalizado y los empleados muy amables, en cada punto.

En esta primera visita sólo pudimos visitar los pabellones que quedaban cerca del área infantil, por ende no hay que investigar mucho para saber que sólo compramos revistas, libros infantiles, pines de amor (esa es otra historia), películas y comida. Sí, como había advertido, si vas con niños es probable que no pudieras evitar este área. 

La segunda vez que asistí a la feria, sólo estaba presente una de las condiciones anteriores: la niña. Aún así, nos fuimos con mucho más tiempo y pudimos, incluso, disfrutar de varias actividades. La niña en cuestión participó de una de las actividades de Ciencia Divertida, que estaban trabajando el tema del Bicentenario de Duarte, con una divertida representación de la Independencia. 

Me sentí muy orgullosa porque la niña insistía en ver los "autos antiguos que menciona el sr. de las noticias", y recorrimos media feria buscándolos hasta que después de mucho caminar los encontramos. Me sorprendió saber que algunos de los pabellones más visitados fueron precisamente estos estos que trataban sobre diversos temas y héroes del Ajusticiamiento del Tirano. Disfrutamos mucho el documental, el trailer de la película Amado, y el montaje de los mismos. 

Pudimos visitar stands de algunas de las librerías que buscaba, y la niña eligió Romeo y Julieta como el libro que compraría. Sí llevaba mi lista de libros ansiados, pero no compré ninguno de ella, por aquéllo de la casa del herrero, saben. Esta 2da visita la disfruté mucho pues mi acompañante marcaba el paso y ella estaba feliz. Y no fuimos al área de comidas!

Al final del paseo, hicimos una larga fila para entrar al pabellón del Despacho de la Primera Dama, que ofrecía un recorrido interactivo por la historia del libro. Honestamente, me agradó ver los recursos del estado utilizados en una acción realmente útil, pues el montaje era de calidad, con mucha atención a los detalles, y la información ofrecida en el recorrido era acertada, completa, y presentada en forma ágil y educativa. ¿Qué no me gustó? Que antes de iniciar el mismo, debes atender una breve charla sobre el trabajo y proyectos del Despacho, incluido un video con la Lic. Candy Montilla. Entiendo perfectamente que es una excelente plataforma para comunicar lo que está haciendo el Despacho, pero todo lo que tenga ese dejo de imposición cae mal; yo hubiera colocado esta parte al final, se queda quien quiere. Ilusa, lo sé.

En una 3ra visita, estuve de paso en el Rincón Juvenil y el Boulevar del Haiku. Siempre es tan energizante ver gente entregada a su pasión. Lamenté no poder asistir a la ponencia de Juan Gelman ni a la de Spike Lee. Y aquí empiezan las observaciones a la feria:

Deben procurar coordinar mejor las actividades, o mas bien, la comunicación de las actividades. En varias ocasiones, informaron que era entrada libre, lo cual siempre era así, pero a media tarde, informaron que había que recoger unas entradas (caso Spike Lee). No sé si hay oficinas del Ministerio de Cultura en diversos lugares, pero deben tomar en cuenta que es muy cuesta arriba (por no decir titánico), bajar a la Plaza de la Cultura en horas laborables para volver a las 6:00 PM a la actividad.Que yo sepa, las boletas sólo estaban disponibles el mismo día de la actividad. Ese detalle de logística es preciso afinar.

Patricia Solano dijo en su cuenta de twitter, que en la feria tú encuentras lo que quieres ver: si buscas pucas, eso verás. Sí había muchos libros baratos, a buen precio, buena selección. Sobre todo clásicos y de autores dominicanos, hasta gratis en el pabellón de Funglode! Ahora, si buscabas bestsellers actuales a $100, no, eso no había. Y por una razón muy sencilla: eso no es negocio. El libro que está vendiendo solo, no necesita incentivos. Básico. Pero si lees este blog y te llevas de mí (aunque yo no me lleve de nadie), andabas con tu lista y cientos de opciones qué buscar, encontrar y comprar.

Sí pienso, que con gran oferta de actividades musicales, de baile, teatro, históricas, tal vez ya va siendo hora de llamarla Feria de la Cultura, más que de El Libro. Y eso no sería totalmente malo.

Ya, tarde pero seguro. Ahí está mi opinión. 

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