viernes, noviembre 30, 2012

Argo. Review


A finales de la década de 1970, Irán, luego de un tumultuoso proceso político, coloca en el poder al Ayatolah Jhomeini, tras la huida al extranjero del Sha , que había lidereado un gobierno marcado por la opulencia, el derroche, la represión y la tortura (cualquier parecido con una nación caribeña es materia de otro blog). Pues este señor se refugia en los Estados Unidos y el pueblo iraní no está contento, pues lo quieren en su país para ser juzgado por sus crímenes. En 1979, la embajada estadounidense en Teherán es ocupada por seguidores del Ayatolah, en represalia por haber acogido al Sha, y secuestran a todos los empleados de la misma. Seis diplomáticos logran escapar y se esconden en la residencia del embajador de Canadá. La CIA recurre a un experto en rescatar rehenes (un "extractor", Ben Affleck), que se inventa un descabellado plan de hacerlos pasar por un crew fílmico en búsqueda de locaciones para una película canadiense. Contra las opiniones de todo el departamento de estado de EU, lo lleva a cabo y lo logra. (*)


Debo decir que esta es una de las películas que me ha estremecido más, por el nivel de tensión permanente con que fue manejada; cada escena, cada acción de los personajes está calculado para mantener al espectador en vilo, a pesar de que, si se sabe un poco de historia, no hay gran sorpresa, pero aún así la historia te envuelve a tal punto que olvidas que lo sabes.

A pesar de que me parece que Ben Affleck interpretó muy bien el personaje del "extractor", con esa apariencia de cargar el mundo completo en sus hombros, siento que tal vez debió elegir a otro actor para protagonizar su película, pero no logro identificar cuál pudo haberlo hecho mejor. Definitivamente, lo suyo es la dirección y lo hace muy bien. Con esta lleva una tripleta de creciente calidad: Gone, Baby, Gone/ The Town y ésta, que a mi entender es mejor que la segunda. Hay una cierta madurez en la puesta en escena que no se percibe en las anteriores.


Me gustó mucho, sobre todo, la recreación de la época: vestuario, ambientación y las referencias de los acontecimientos. La estética general es una delicia en cuanto a colores, planos, diseño en general. El equilibrio entre los momentos tensos, los emotivos y la inevitable risa que es parte de la vida, son una especie de ventana perfecta a lo que fue la vida de estas 6 personas en ese imposible trance. 

John Goodman y Alan Arkin son la pareja sidekick (si eso existe) perfecta, se complementan y le dan esa credibilidad que requiere esta aventura. 

Confieso que he visto poco cine en este 2012, pero Argo definitivamente va en la lista de lo mejor del año.

(*) Un historia real, documentada, que no se dio a conocer hasta el gobierno de Bill Clinton. 

1 comentario:

manipulador de alimentos dijo...

Entretenida, con ritmo, a la vieja usanza, también previsible y superficial, 'Argo' sin embargo es una prueba más del talento narrativo de Affleck. Un buen rato de cine, que es mucho, pero tampoco nada más. Saludos!!!!