viernes, junio 17, 2005

Ay, me lo perdi

Por no querer saber nada del juicio ese ni que de quién era la exoneración del carro aquél y menos cuántos millones era que había allí, empecé a no leer la primera sección del periódico sino a sólo pasarla casi completa hasta llegar a la columna de Yaqui. Después, para no enterarme de cuántos millones era el contrato del otro ni qué extremidad se había lesionado ahora el pelotero de moda, tampoco leía a profundidad la sección de deportes. Entonces, por esta autocensura malcriada mía, yo misma me privé de disfrutar el orgullo común de ver cómo el equipo de volleyball femenino criollo cogía la escoba de guano y acababa con cuanto contrincante se le ponía al frente. Y no es que yo sea una gran (ni pequeña tampoco)amante del volleyball ni mucho menos. Pero, cónchale, como que las chulerías de nuestro país hay que gozarlas, verdad?
Bien por ellas que son unas duras; bien por sus entrenadores que deben ser unos hijoep... poniéndolas a entrenar; bien por los que las apoyaron y vieron los partidos. Y sobre todo, bien por Elaine y Patricia que me sacudieron y me mandaron a tomarme mi pastillita de ubicatex®. Trataré de mantener las antenas alerta para lo que me gusta y para lo aledaño también... sabrá Dios y eso me gusta también.

* ®copyrigth: fafo

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