1985. Roberta Glass (el personaje que interpreta Rosanna Arquette) es una mujer de 28 años que se dedica a leer los anuncios de la sección personal del periódico. En uno de ellos lee que alguien está buscando a Susan desesperadamente. Roberta, que está taaan aburrida de su vida cuasi-perfecta en un suburbio de Long Island (lo que es prácticamente una reiteración), quiere encontrar a esa misteriosa Susan y así poder alejarse de su marido, un triunfador, guapo y enérgico, que no puede entender los sueños de su mujer. Roberta se ve envuelta en numerosos líos al encontrar a Susan, ya que ésta es una persona que vive según sus deseos y que ve la vida como una gran aventura (o así lo considera Roberta, cuando en realidad Susan es una inadaptada que deja enganchado a todo el mundo con sus líos). Pues la película es entretenida y para nuestras mentecitas jóvenes e impresionables -hablo de mí que conste- llenó las expectativas, pero la joyita fue por supuesto Madonna, la Madonna de Like A Virgin, de Papa Don't Preach, de tantas otras que hoy de seguro están en un palylist denominado "los 80's".
La música de esta peli, dirigida por Susan Seidelman, es fabulosa. Rosanna Arquette ganó dos premios por su papel: un Globo de Oro y un galardón de la British Academy.
También nos sivió para enamorarnos de Aidan Quinn, el prototipo del hombre inexpresivo quizás pero que la sensibilidad le brota hasta por los oídos desde que se descuida. Mi humilde (ja) opinión.
A mí me encanta esta película y para mí, junto con The Breakfast Club, Sixteen Candles (mi favorita de la bolita del mundo descrita en otro post), lamentablemente Porky's, y sólo un puñado más representan esa década en la que crecimos, por ser precisamente un conjunto variado, como éramos. Yo la veo aún cada vez que la encuentro, y la escena de la discoteca es una de mis favoritas de la historia del cine.
La música de esta peli, dirigida por Susan Seidelman, es fabulosa. Rosanna Arquette ganó dos premios por su papel: un Globo de Oro y un galardón de la British Academy.
También nos sivió para enamorarnos de Aidan Quinn, el prototipo del hombre inexpresivo quizás pero que la sensibilidad le brota hasta por los oídos desde que se descuida. Mi humilde (ja) opinión.
A mí me encanta esta película y para mí, junto con The Breakfast Club, Sixteen Candles (mi favorita de la bolita del mundo descrita en otro post), lamentablemente Porky's, y sólo un puñado más representan esa década en la que crecimos, por ser precisamente un conjunto variado, como éramos. Yo la veo aún cada vez que la encuentro, y la escena de la discoteca es una de mis favoritas de la historia del cine.
6 comentarios:
Porky's, todavía la veo y me sigo explotando de la risa.
Ay Madonna tu si eres grande.... Ay Madonna Dios te Bendiga.... Ay Madonna tu si actua malo... Ay Madonna que suerte que soy charlatán y te lo acepto todo!
Los que vivimos esa época entendemos tu posición, y claro que no hay que avergonzarse porque nos gustó Porky's, Flashdance, Friday the 13th, y The Last American Virgin o si cantamos a todo pulmón "Total eclipse of the Heart" o porque bailaramos como unos locos "Holiday" y "down under", esa fue nuestra época, las que nos hizo como somos.
jijijij lol
No puedo con Madonna... Se reinventa cada vez y siempre como el buen vino!
=)
Las mías son "The Breakfast Club" y "St. Elmo´s fire". Esta yo la ví ya más grandecito y... qué je yo. No es que me moviera el mundo pero Madonna es Madonna (claro, ella vendría a reivindicarse conmigo en "A League of their Own")
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