CAMINANTES POR LA VIDA (Gracias carmencilla por empezar el escrito)

Pues yo, por supuesto!, había dicho que no iba, que en el parqueo ya iba a estar cansada, etc, etc. Pero , la vocecita que vive ahí adentro me dijo: "Dile a la recién estrenada comadre que te llame en la mañana"... Y así lo hice y lo hizo ella. Pues me cambié y cambié a la enana Alma, cargué con su carro "especial", una mochila llena de agua (por suerte) y las respecitivas salchichitas-queso-confle-galleticas para la misma enana. Nunca me imaginé que lo iba a disfrutar tanto, que lo iba a lograr: los 5 kilómetros y un chin más porque en las cuestas tenía que empujar a Alma y en la bajada mandarme corriendo detrás de ella para atajarla y evitar que produjera un efecto dominó con cuanta señora había delante. Pero, en fin, lo disfruté. Caminé por Ivelisse (tía abuela de la nena), pero también por dos hombres de mi vida (sí ya sé que era cáncer de mama pero yo soy roca izquierda), mis tíos Agustín y Tirso que luchan -cada uno a su manera- con esta enfermedad. Hubiese deseado caminar por mis tíos Rosa y Bienvenido pero el cáncer se los llevó antes de siquiera soñar con esta actividad. De verdad, me siento agradecida y sobrecogida por tanta gente, tanto hombro con hombro. Es como dice la migui, hay que poner los benos deseos en movimiento para lograr el cambio que queremos, el cambio que anhelamos en el mundo, hay que hacerlo realidad primero en nuestras vidas. Estoy segura que la confraternidad, la unión, el cariño que se respiraba ese domingo hizo mucho, mucho más en los corazones de todos los enfermos y enfermas de cáncer que allí se encontraban que lo que hará el dinero recaudado (que estoy segura que es mucho). Nada. ayer estaba estreda (y hoy tambien) y si no hubiera sido por Carmen María no me decido a escribirlo. Gracias a mis miguis, Patty y Laura, a Amelia que a sus tres meses se portó como una campeona, a doña Miriam y a Mamá. Sigamos!