Nuestro país en este momento está siendo arrasado por olas de movimientos y protestas, por diferentes y justas causas. Esto trae consigo variados esfuerzos de los grupos a cargo para llevar a la conciencia popular sus mensajes y objetivos. Por tanto, los medios de comunicación, y sobre todo las redes sociales en su inmediatez, son piezas claves para difundir estos esfuerzos. Hay gente experimentada, gente neófita y, por supuesto, gente sin criterio que te dice "Yo te hago eso".
Si bien es cierto que la forma no puede superar el fondo, o que una pieza puede estar fantásticamente bien producida pero si no dice nada, es como botar el $ de ese presupuesto, también es cierto que por algo los valores de producción son importantes. Una producción mediocre, llena de baches y errores, distrae al espectador, reduce la credibilidad de tu mensaje y limita los niveles de exposición de la pieza en sí. Que algo se haga con esfuerzos y recursos propios, casi siempre limitados, no implica necesariamente que deba estar por debajo de los estándares mínimos.
He visto recientemente ejemplos lamentables de esta equivocada visión; instituciones, algunas sin fines de lucro, que realizan piezas audiovisuales para comunicar un mensaje determinado, muchas veces importantes para el bien común y/o de conciencia social, como es el caso de los dos ejemplos que trataré en este post, pero que en ello han descuidado los factores básicos de una buena comunicación.
Sin entrar en detalles de la idoneidad o no de los voceros elegidos, me cuesta creer que ninguno de los empresarios involucrados en ambas campañas pudo encontrar un proveedor amigo que realizara estos comerciales a un bajo o ningún costo y mejores resultados. Estoy segura que, al menos en el comercial correspondiente a la Asociación Dominicana de Couriers podían entre todos reunir, por ejemplo, el monto suficiente para pagar un maquillista profesional que los asistiera en el rodaje, usar una cámara que les permitiera disponer de un mejor sonido, si es que acaso no podían pagar un sonidista profesional. Y ni hablar del error gramatical en el apellido de unos de los miembros.
En el caso del comercial de la Federación de Embutidores de la Rep. Dom., es totalmente imperdonable presentar el producto estrella, el salami, sin tratamiento de food stylist, totalmente crudo. Quisiera saber qué asesor de comunicación les recomendó este detalle. Por igual, estoy segura que un/a maquillista para sólo dos talentos es un renglón que esta federación pudo -y debió- asumir sin pensarlo.
Hay que cuidar las formas porque estamos en la industria de la imagen. Imagen respaldada con argumentos, pero imagen.
Como ejemplo de un trabajo bien hecho siempre pongo el comercial "El compromiso es conmigo" de la Coalición para una Educación Digna: bajo presupuesto, video HD, pocas locaciones, audio directo, ¡niños!, exteriores (que todos sabemos que siempre complican las producciones), en el que todos los involucrados donaron su trabajo, y un resultado impecable.
Esta es una opinión meramente profesional del aspecto de producción de estas campañas, no tiene absolutamente nada que ver con mi posición personal con ninguno de los reclamos presentados por ellas, independientemente de si las apoyo o no. En mis espacios personales ya he sido lo suficientemente abierta al respecto.
Ficha técnica "El Compromiso es Conmigo": Creatividad: Rafael Bencosme/ Joaquín Zaglul, de agencia Contacto, dirección: Ernesto Alemany, equipos prestados por Vlok, edición de Chick&Pox, talentos y locaciones del Barrio 27 de Febrero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario